Cae el Telón
Y cae, cae ese corte de dos metros de terciopelo rojo sobre el escenario majestuoso donde se fabrican sueños de un ingenioso libreto que interpretan actores de primera, porque es así, como hoy me encuentro relatando el texto principal de mi mejor obra novelezca Si bien lo sé, porque cada día y cada hora que llegado el momento la gente espera con estruendosos aplausos cuya acalorada pasión anuncia la urgencia solícita de nuestra presencia, es allí donde uno está dispuesto a ubicarse de entre tanto mono mal trecho que en las calles grita con exagerado esmero urgido por contemplación, y así nos hacemos distinguir como los maestros del arte de mentir. Cada día cerca de las 12:00 (am) se oyen los pasos agitados de los pasillos llenos de encantadores adiestrados para hacerse cargo de la tarea que les toca en éste encanto, todo eso al tintineo impertinente de un reloj al final del gran pasillo, el camino corto al estrellato. Siembargo, y cito; a pesar de la apuranza me desvanezco sobre el ...
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