La Contienda.

Llegas a un punto en la vida en el que te detienes un segundo al lado del camino, en cualquier lugarcito en el que haya espacio para descansar, es cuestión de segundos para tomar aire suficiente para el siguiente impulso. Así que cuando tienes ese tiempo llegas a darte cuenta que has dejado la línea de partida kilómetros pero kilómetros atrás, sabes que aunque en algún momento llegarás a la meta, en el viaje has aprendido millones de cosas que han enriquecido tu vida, por lo cual te das cuenta de que tú no eres aquel que un día emprendió la marcha con ilusiones de llegar al fin de ese camino.


 En el trayecto, tuviste que desviar el rumbo varias veces, modificar el ritmo, tomar descansos, cruzar compañeros que se quedaron seguramente perdidos u atrasados en algún contratiempo y... echarle la mano a uno que otro herido. Te caíste muchas veces y volviste a intentarlo, soportaste el dolor de unos raspones, el hambre, la sed y el paso del buen sol que dejo estragos en tu cara, quisiste rendirte más de una vez pero no lo hiciste porque sabías que la razón de hacer lo que hacías era más importante que pasar por todo eso, incluso sabías que ser el blanco de uno que otro contrincante con la motivación distorsionada era algo absolutamente necesario, y lo que en ese instante sientes no se compara a nada y por ello nada de lo que has pasado cambiarías, en ese momento solo comprendes que cuando ha pasado el tiempo todas estas cosas te han trasformado en alguien nuevo y especial, comprendes, que quien viene atrás, recién comenzando no podrá aunque quiera llegarte jamás, te das cuenta que tus necesidades de ser acompañado por alguien no vienen ya de la curiosidad ni de la expectativa sino de las ganas de compartir lo que has aprendido, de disfrutarlo con alguien que te entienda, de competir al lado de alguien que no se preocupa por si llegará antes que tú sino que disfruta de la contienda por el simple hecho de saber que la gloria y la felicidad no se encuentra en la meta sino en el propio camino. Alguien que no requiera ya explorar sino que venga en descenso procurando mantener viva la maravillosa experiencia de todo lo que ha pasado para estar en el lugar que ocupa en este momento presente, alguien que no tengas que esperar a que te alcance, a que aprenda, a que descubra una vida que se ve a todas luces desde cualquier lugar...