Hola, esta es una carta que nunca enviaré, tu eres el destino al que no ha de llegar jamás la idea de lo que en ella dice, yo soy el medio a través del que no viajará parte de la verdad, dura, difícil y exacta. Quiero ser racional pero no siempre puedo conseguirlo, ahora mismo me pasan un millón de ideas y de sentimientos que no me siento capaz de controlar, tal vez por que en realidad no es lo que quiero, ya no quiero estar conteniendo todo este enojo y este amor que conviven por obligación en el mismo piso. Hace mucho tiempo que lo vengo aplazando, decir adiós...porque es duro, no importa cuantas veces lo hayas dicho, no importa si quiera si comprendes que es lo mejor para ambas partes, el dolor casi siempre es el mismo... y todo el tiempo nos da miedo, miedo a abandonar la idea de no poder cumplir una ilusión, un plan, un deseo. Ni siquiera estoy segura de si te lloro a ti o a la idea rota, perdida, inconclusa de un tiempo que no llegó a concretarse, de un tiempo que no era...