Simples cosas

Ha venido ésta tarde maravillosa y triste a asaltarme el corazón, y me he hundido en la oscuridad una vez más para tocar el fondo de mi propia naturaleza, y es que en lo abstracto de mis sentimientos aún hay simples cosas que se definen contorneando una delgada línea, que dibujando sus huellas a su paso, por mis desesperados días que se asoman con temor al umbral de lo desierto me declaran a todas luces.

Pero, cuanto dolor hay ahí detrás de las poses y caretas que aún me quedan por mostrarte, como duele y hiere el tocar la textura pulida de mis mentiras, un fingir magistral de que todo marcha bien entre tanto la verdad asomada de en ésta parte de mi me muestra otra perspectiva de la "realidad", y si bien muchas veces quiero correr, es cierto, muy cierto, que no encuentro nunca el valor de hacerlo, así que me planto como ahora haciendo intentos por sacarte unas palabras que por cierto casi siempre son las mismas, nunca hay más, pero ya me sé las 1000 formas de hacer pausas para no decir la verdad, para no demostrar lo que realmente uno tiene adentro.

Hoy por ejemplo, es uno de esos días en los que me siento un poco extranjera, en los que viajo sin saber de qué lado del vagón estaré más cómoda, sin preguntarme a donde voy y en cuanto tiempo llegaré, porque de momento ni si quiera sé tampoco si me importa....

Todo lo que sé entonces es que algo falta que me hace estremecer llena de pesares y pensamientos al azar, la mayoría de las veces son mis pensamientos los malos consejeros de la soledad que por momentos me aborda, entonces vuelvo a hacer pausa y miro por la ventana, por si a caso veo en ella algún reflejo, una sombra o un paisaje que no he notado antes entre tanto atavío, sin embargo en el reflejo suelo encontrarme con la imagen de mi soledad, y no es que el tenerla por compañera me importe mucho, es que la mayoría de las veces lo que me recuerda ella es cuanto quisiera poder pronunciar de nuevo las palabras que debo callar.

Tengo tantas cosas por decir pero ya no puedo decírtelas, y en todo lo que pienso es en que nunca más las sabrás, cuando pienso en eso, mi corazón se contrae y es cuando siento que me duele que dios me lo aprete con tanta fuerza, y quizá no sea él, pero sea lo que sea se siente la asfixia, se van las ganas, el cuerpo se relaja y la mente se satura tanto que termina uno por desvanecerse, pero cuando todas esas cosas se suman, es porque el cuerpo las eleva y ya no puede contenerse dentro de nosotros, y es cuando entonces se llora desde el alma.

Ay....como río con tristeza, rio desde el dolor de no poder jamás decirte lo que siento y que quisiera, pero no puedo ni debo, aunque la curiosidad me mate queriendo saber si me has amado, si a caso por casualidad o por descuido también me has llorado con el corazón.


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